La trucha es un pescado azul muy rico en ácidos grasos omega 3, por lo que sus grasas son saludables. Existen dos tipos de ácidos grasos omega 3: EPA, que favorece las funciones vascular y circulatoria y DHA, necesario para e bienestar del cerebro, el sistema nervioso y los ojos. Tanto en la trucha como en otros pescados azules, los estos ácidos omega 3 ayudan a equilibrar los excesos de ácidos grasos omega 6, menos saludables para nuestro organismo.